Caminar.

No camines lo que ya recorriste decía mi bisabuelo.
Y acá andamos, terminando de caminar para cerrar una nueva osadía.
Dando esos últimos pasos, que conscientemente me llevaran a otra aventura. Inconclusa, pero con una seguridad, la mochila tiene otro tamaño, y como todo sobre peso, es necesario intercambiarlo para seguir creciendo y agilizar el andar.
Con ansias marcamos ese primer paso, el único que se necesita para que luego el impulso haga lo suyo. Gracias por adoptarme bajo el sabor de tus mates, gracias por revivir el pasado. Nos vemos pronto Chacabuco.