Epifania.​

Fíeme al escuchar,
que a veces la cuestión es esperar,
por aquella ola de la que se deben amarrar.
Sentidos abiertos, paciencia y a remar,
que ni un segundo de esta se tiene que desperdiciar.
Será cuestión de saltar,
y con la oportunidad en tus pies, Intentar de volar.
La sabiduría nunca con la vejez llegará,
vístete de desafiante y búscala,
que en el andar está aparecerá.
El viento muchas veces va a traer,
aquella ola fácil que te va a distraer.
Si es la correcta, vaya usted por ella,
pero de lo contrario, a no enloquecer.
Por la corriente no te debes influenciar,
que estás al mundo lo va a encasillar.
Grande, pequeño vas a escuchar,
pero yo le puedo asegurar,
que a tu inspiración este se va a adaptar.
No sea sonámbulo, abra los ojos y comience a admirar,
que la vida es una y no se debe desperdiciar.
No existe aquello entre el ver y el querer,
es tan solo un freno, para no resplandecer.
Pero ten cuidado con las estrellas,
con estas no te tienes que distraer,
ya que de la luna uno se puede perder.
Al fin y al cabo son todas decisiones,
que llevarán a nuevas ocasiones.
Y sin temor a las equivocaciones,
huela, mire y sienta, que de estas sensaciones,
uno rige sus inspiraciones.